¿Qué tipos de radiación solar hay y cómo nos influyen en la piel?
Llega la época de playa, piscina, bronceados y… ¡Mucha crema solar! Y no es para manos. ¿Por qué? Pues porque, aunque la radiación solar es imprescindible para el buen funcionamiento de la tierra (por ejemplo, para la fotosíntesis de las plantas), también nos puede causar daños cutáneos. Además, ¿sabías que con el efecto invernadero que se ha incrementado en las últimas décadas, estos problemas de la piel han aumentado?
Pues sí, como todo en la vida, la radiación solar tiene sus ventajas e inconvenientes. Y todo porque la energía emitida por el sol se transmite a través de ondas electromagnéticas de diferentes clases. ¿Quieres conocer qué tipos de radiación solar nos llegan y qué consecuencias tienen? ¡Sigue leyendo!
¿Qué tipos de rayos solares existen?
- Rayos infrarrojos (IR): emiten calor. Tanto es así, que son los responsables de los golpes de calor y de las insolaciones. Pueden alcanzar la capa más profunda de la piel (dermis) y, además, potencian los efectos dañinos que puedan causarnos los rayos UV.
- Rayos visibles (VI): son aquellos que emiten luz y que el ser humano percibe en forma de colores. Es por ello que este tipo de radicación no solo está relacionado con el Sol, sino que también lo emiten los diferentes dispositivos LED, por ejemplo. Sin embargo, los rayos visibles no son inofensivos, ya que la luz azul penetra en las capas más profundas de la piel, pudiendo causar hiperpigmentación, oxidación celular o daños similares a los rayos UVA.
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Rayos ultravioleta (UV): aunque para el ojo humano estos rayos son invisibles, en verdad son los que más inciden sobre nuestra piel y se dividen en 3 subcategorías:
- Rayos UVA: rayos ultravioletas. Son los que atraviesan la atmósfera con mayor facilidad, por lo que son los que llegan más a la superficie terrestre y, por consiguiente, a nuestra piel. Hasta un 50% de esta radiación llega a la dermis (capa más profunda de la piel). Son responsables de la oxidación celular y de la creación de radicales libres y producen un “bronceado inmediato”.
- Rayos UVB: rayos ultravioletas B. Aunque traspasan la atmósfera con dificultad, son los rayos que más consecuencias graves puede producirnos en la epidermis. Aun así, no llegan tan profundo como los UVA en cuanto a nuestra piel se refiere, ya que sólo alrededor del 15% llega a la dermis. El bronceado que produce este tipo de radiación se mantiene más en el tiempo. Estos rayos son los causantes de ciertas quemaduras cutáneas o incluso del cáncer de piel. Pueden llegar a dañar directamente el ADN celular, causando mutaciones en nuestros genes.
- Rayos UVC: rayos ultravioletas C. Este tipo de rayos no atraviesan la atmósfera, ya que la capa de ozono los absorbe.
Para saber la intensidad de la radiación que está incidiendo en nuestra piel se usa el índice UV, con el cual, en una escala del 1 al 11, mide la probabilidad de sufrir lesiones cutáneas y oculares. A partir del valor 2 una persona podría considerar que su piel está en riesgo.
¿Conocías los tipos de rayos solares que inciden en la piel? Creo que esta es una razón más que suficiente para proteger la piel del sol con una buena crema solar. Si quieres saber más al respecto, ¡sigue leyendo!