¿Qué son los lunares malignos? ¡Todo lo que necesitas saber sobre los lunares y cómo diferenciarlos!

¡Me han salido varios lunares en los últimos meses! Aunque en un principio no le di importancia, el otro día estuve hablando con un amigo que es dermatólogo y... ¡Debo acudir al médico pero ya! ¿Sabías que los lunares, aunque en su mayoría son benignos, pueden ser un síntoma de cáncer de piel? Necesito quedarme tranquilo ya...

¿Qué son los lunares?

Los lunares (científicamente conocidos como nevus) son lesiones no cancerosas que se presentan en la piel en forma de crecimientos producidos por una agrupación de melanocitos; esto es, las células encargadas de la producción de melanina en la epidermis. Estos presentan un color rosado o marrón, pueden ser elevados o planos y redondos u ovalados.

¿Has mirado si tienes algún lunar en tu piel? Seguro que sí, ya que estos son muy comunes e incluso se calcula que una persona tiene entre 10 y 40 lunares en su epidermis… Además, casi todos los lunares aparecen en la piel en nuestra infancia o adolescencia a causa de la predisposición genética, aunque es posible que también se creen en la edad adulta debido a la exposición al sol.

¿Cómo prevenir la aparición de lunares?

Prevenir la aparición de lunares es muy complicado, aunque sí que podemos tomar medidas para reducir el riesgo de desarrollar más. Para ello, es importante controlar la exposición al sol, usar ropa protectora contra los rayos UV, evitar el bronceado artificial y aplicar protector solar cada día.

¿Cómo tratar los lunares?

En verdad, la mayoría de los lunares no requieren de ningún tipo de tratamiento, ya que casi todos suelen ser benignos. Sin embargo, es imprescindible tener en cuenta que se debe vigilar su evolución, ya que los lunares sospechosos pueden ser síntomas de algún tipo de enfermedad cutánea, como el cáncer de piel, por ejemplo.

¿Qué es un lunar maligno?

Los lunares malignos, también conocidos como melanomas, son uno de los síntomas más característicos del cáncer de piel. Estos se crean cuando se da un crecimiento anormal de los melanocitos.

Aunque no es muy habitual que los lunares se vuelvan malignos, es algo que puede pasar, ya que una de cada diez personas tiene un lunar atípico que es diferente a los lunares normales (nevo displásico). Estos tienen más probabilidades de convertirse, posteriormente, en melanomas.

¿Cómo detectar un lunar maligno?

Mientras que los lunares benignos se mantienen estables en cuanto a forma, tamaño o color se refiere, los melanomas suelen presentar transformaciones o cambios en su aspecto que nos pueden estar avisando de su gravedad. Es por ello por lo que una buena vigilancia de su evolución por parte de un dermatólogo es imprescindible.