¿Qué son los lentigos? Descubre la diferencia entre pecas, lentigos y melasmas

¿Tienes pecas o manchas solares? ¡Entonces este artículo te interesa! Aunque en alguna ocasión ya te he hablado sobre las pecas y las manchas de sol en la piel, nunca me he detenido a explicarte qué son los lentigos y qué tipos de lentigos existen, ¿verdad? Pues ha llegado la hora de conocer qué diferencias hay entre todos ellos para que dejes de confundirlos, ¡así que atento!

¿Qué son los lentigos?

Los lentigos son lo que comúnmente denominamos ‘pecas grandes’; esto es, la hiperpigmentación en una zona determinada de la piel. Habitualmente suelen aparecer en la piel más expuesta al sol, ya que aparecen a consecuencia del aumento de producción de melanocitos en la capa más superficial de la piel; esto es, en la epidermis. 

Casi todos los lentigos se deben a las quemaduras solares que hayamos podido sufrir en la infancia y/o adolescencia, ya que la piel guarda el recuerdo de todo daño celular que haya sufrido nuestra dermis por la sobreexposición al sol. 

¿Qué tipos de lentigos existen?

Aunque hasta ahora hemos mencionado que los lentigos se crean a partir de la exposición al sol, lo cierto es que hay dos tipos de lentigos:

• Lentigos simples o juveniles: este tipo de lentigos suelen aparecer en la infancia y suelen desaparecer en la edad adulta. Además, la causa de su aparición no es la exposición al sol, por lo que pueden aparecer en cualquier zona del cuerpo con un color marrón oscuro.
• Lentigos solares: este tipo de lentigos suelen ser más grandes y con un color más claro que los lentigos simples. Su causa es la exposición al sol únicamente, por lo que aparecen en la edad adulta a consecuencia del daño solar que haya podido sufrir la piel en los años anteriores.


 

Diferencias entre pecas y lentigos

Aunque lo más común es que nunca hayas diferenciado los términos de ‘peca’ y ‘lentigo’, lo cierto es que, aun teniendo muchos puntos en común, su mayor diferencia es la causa de su aparición (aunque ambas tienen que ver con la exposición al sol).

En el caso de las pecas, estas aparecen cuando la piel entra en contacto con la radiación del sol, ya que la melanina se distribuye de manera irregular por el organismo, creando depósitos de melanocitos en zonas muy concretas.

Sin embargo, los lentigos aparecen en la epidermis a causa de un aumento de melanocitos en la capa más superficial de la piel y no de un aumento de la producción de melanina.

Otra de las diferencias más destacables entre las pecas y los lentigos es su apariencia. No sólo es que las pecas sean más pequeñas que los lentigos, sino que mientras que las primeras suelen desaparecer en los meses de invierno, los lentigos permanecen en nuestra epidermis durante todo el año con un color marrón (ya sea claro u oscuro).

Por último, cabe resaltar que las pecas suelen aparecer en la niñez y suelen aumentar la cantidad con el paso de los años. No obstante, en el caso de los lentigos, estos no suelen aparecer en la piel hasta una edad mucho más tardía, sobre los 30 o 40 años. 

Diferencias entre melasmas y lentigos solares

Es verdad… Los lentigos solares y los melasmas se pueden confundir fácilmente, ¡pero no son lo mismo!

Por un lado, los melasmas son manchas solares hormonales que, por mucho que se traten, siempre acaban apareciendo. Estas suelen aparecer sobre todo en el rostro a consecuencia de la exposición al sol y a la predisposición hormonal de la persona. Así pues, su aparición suele ser más frecuente en mujeres jóvenes que aún no tienen estables las hormonas. 

Por otro lado, están los lentigos solares, los cuales desaparecen si se tratan adecuadamente con láser.

¿Cómo prevenir la aparición de lentigos solares?

Para prevenir su aparición, no sólo hay que tener un buen protector solar, sino que también hay que utilizar cosméticos antioxidantes que ayuden a la piel a prevenir la producción de radicales libres y, a su vez, su oxidación celular. 

¿Cómo tratar los lentigos?

Al igual que las pecas, los lentigos no necesitan tratamiento siempre y cuando tengan una apariencia benigna y no sufran cambios bruscos en su aspecto. Del mismo modo, es importante saber que los lentigos no suelen causar ni picor ni dolor, por lo que si se sufre alguno de estos síntomas, se recomienda acudir al dermatólogo para que evalúe la hiperpigmentación sufrida en la piel. 

Así pues, aunque en principio ambos son considerados daños cutáneos más bien estéticos causados por la radiación ultravioleta del sol, pueden evolucionar en lentigos malignos que dan lugar al cáncer de piel en muchas ocasiones, por lo que llevar un control sobre los mismos es imprescindible para la salud de la piel.