
Las mascarillas ¿nuestras aliadas o nuestras enemigas?
Nuestra piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo y actúa de barrera física para impedir que agentes externos penetren en nuestro cuerpo y por eso muchas personas lo preguntan, ¿es malo el uso de las mascarillas?
Es un verdadero guerrero que tiene buena memoria y qué si se enfrenta a una agresión que ya es conocida, sabe perfectamente como atacarla y destruirla.
En los últimos meses se enfrenta a una batalla desconocida para ella y que le está pasando factura.
Tiene que llevar durante todo el día una molesta mascarilla para evitar que nuestro cuerpo se contagie, pero cuya presión y fricción le está generando infecciones, alergias, dermatitis, sequedad, granitos, eccemas y rosácea.
¿Cómo afecta la mascarilla a nuestra piel?
La fricción erosiona nuestra piel y provoca posteriores infecciones, no solo en la cara sino también en la zona posterior de las orejas, llegando a generar en casos extremos hasta hematomas.
Es como si llevara unas deportivas de un número menor e hiciese un triatlón.

El sudor bajo la mascarilla incrementa el sobrecrecimiento bacteriano y en los hombres provoca foliculitis o infecciones leves de las glándulas sebáceas y folículos pilosos, agravando los problemas de las pieles grasas. Ni que decir que este problema se intensifica en verano con las altas temperaturas y la humedad ambiental.
Aparecen rojeces que pican especialmente en las zonas en contacto con la mascarilla; es lo que se denomina dermatitis irritativa y esto no favorece a las pieles que sufren acné.
La pequeña barra de metal que sirve para ajustar la mascarilla está provocando reacciones alérgicas y la tela de las mascarillas genera granitos principalmente alrededor de la boca y la barbilla.
¿Cómo puedo ayudar a mi piel en esta batalla contra los efectos de la mascarilla?
Es muy importante mantener perfectamente limpia tu piel, incluso recomendamos utilizar un
Debes hidratar tu piel con una crema que te cree una barrera protectora al menos media hora antes de ponerte la mascarilla y para ello el mejor aliado es el
Alivia la presión, retirándote la mascarilla cada cierto tiempo.
Aunque las gafas de sol y la mascarilla te cubran casi por completo la cara, recuerda que no puede faltar la protección solar, ya que los rayos ultravioleta penetran a través de las mascarillas.
Bebe mucho líquido y la cerveza también vale, que además de refrescarte en los calurosos días de verano, te ayudará a mantener tu piel elástica, hidratada y suave y a calmar las irritaciones.
Vuelve a limpiar e hidratar la cara cada cierto tiempo, retirándote el sudor y secando muy bien tu piel.
Y en los casos más graves y persistentes lo mejor es que acudas a un dermatólogo que pueda recetarte un tratamiento más adecuado y eficiente.
Tu piel es única, protégela.
Cuídate, hombre.
#boxsrman